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Agricultura
HISTORIA
Las nuevas civilizaciones agrícolas - 3ª parte
Roma (continuación)
Literatura agrícola
Varrón, Marco Terencio (Aulus Terentius Varro) (116-27 a.C)
olígrafo latino. Tras retirarse de la vida pública, César lo mandó llamar con el encargo de reformar las bibliotecas públicas. El resto de sus días los pasó consagrado a la literatura. De él se conservan setenta y cuatro obras que constituyen una verdadera enciclopedia de los conocimientos de su época, entre los que se encuentra la obra De re rustica, dedicada a los temas agrícolas.
Virgilio Marón, Publio (Publius Virgilius Maro) (70-19 a C)
El más ilustre de los poetas latinos.
Virgilio es autor de las Bucólicas (donde imitando a Teócrito desarrolla diversos aspectos de la vida pastoril), y las Geórgicas (integradas por cuatro libros que tratan de temas agrícolas). Virgilio creía en una Italia agrícola y amaba la vida campesina.
Columela, Lucio Junio Moderato (Lucius Junius Moderatus Columella)
Escritor latino nacido en Cádiz. Su obra más importante es Tratado de agricultura, en la que trata de los cultivos de huertas, recolección de frutos y su conservación. También escribió un tratado sobre los árboles.
La importancia de Roma en cuanto a los conocimientos agrícolas ha sido notable, y da fe de ello la importante literatura sobre temas de agricultura que han dejado variados autores; entre todos ellos cabe destacar:
Catón, Marco Porcio (Marcus Portius Cato) (234-149 a.C)
Político y orador romano, llamado el Antiguo o el Censor. Escribió, entre otros temas, el tratado De agricultura, una colección de consejos dirigidos a los agricultores.
Mesopotamia
Mesopotamia, que significaba para los griegos "país entre ríos", era una región situada entre los ríos Tigris y Éufrates. Las tierras fluviales del valle, rodeadas de montañas y desiertos, gozaban de una fertilidad y características inmejorables para el desarrollo de una riquísima agricultura. Precisamente, esta fue la base de la economía mesopotámica, favorecida por la construcción de canales de regadío permanente con origen sobre todo en el río Éufrates, con una ingeniosa disposición que permitía además evitar las posibles inundaciones.
Organización social
Mesopotamia estaba compuesta por civilizaciones organizadas en ciudades-estados, algunas de ellas auténticos imperios que luchaban por la hegemonía sobre las demás, donde se manifestaban invasiones, conquistas, destrucciones o decadencias, y posterior fundación de nuevos imperios.
Zigurat de la ciudad-estado de Ur, desde donde se observaban los astros y se realizaban actividades culturales
En la Alta Mesopotamia o Asiria (al norte), habitaban los asirios, un pueblo guerrero que fundó ciudades como Nínive y Assur. En la Baja Mesopotamia o Caldea (al sur, en lo que actualmente es Irak), habitaban los acadios y sumerios; éstos eran pueblos pacíficos de agricultores que fundaron ciudades como Ur, Lagash, Larsa, Uruk, Eridú y Babilonia, con antigüedades aproximadas de entre 5.000 y 2.000 años
Algunas de estas ciudades fueron centros esplendorosos de la cultura sumer. Precisamente, los sumerios desarrollaron el regadío y la agricultura, además de otras manifestaciones de tipo cultural, como la escultura, artes del metal y la invención de la escritura cuneiforme; cabe destacar que la lengua sumeria escrita es la más antigua de todas las conocidas.